Riesgos por un mal uso del hielo seco

El hielo seco o nieve carbónica se ha hecho muy popular en el sector industrial por sus cualidades para el transporte de muestras congeladas, la conservación de alimentos perecederos, helados, medicinas, para la conservación de reactivos y también en la preparación de cócteles y platos en la alta cocina de vanguardia.

Es un producto que ofrece muchas posibilidades de uso, pero que, si no se usa correctamente, puede producir daños a la salud.

El hielo seco no es más que el CO2 (dióxido de carbono) en estado sólido. Su apariencia física es similar al hielo normal, tampoco lo es en cuanto a temperatura. La diferencia fundamental, en este sentido, es que cuando se sublima, es decir, cuando pasa de solido a gaseoso, no deja residuo alguno de humedad, ya que tiene un estado natural gaseoso y su base no es agua.

Características del hielo seco

Además de no generar residuos cuando se sublima, la nieve carbónica no mancha. Su uso industrial y comercial se debe a la alta capacidad de enfriamiento y congelación que posee, llegando a alcanzar hasta una temperatura de -75º C. Esto significa que es un 270 % más frío que el hielo tradicional producido por congelación del agua.

Otra particularidad que tiene el CO2 sólido es que es estéril, inodoro e incoloro, es decir, no afecta en modo alguno a los platos donde se utiliza y las cualidades organolépticas de los alimentos se mantienen intactas. También es un agente bacteriostático y fungistática que ralentiza de forma eficaz el desarrollo de bacterias, mohos y levaduras.

La forma comercial en la que se puede presentar este producto es en escama, pellets y bloques para una mejor manipulación.

Precauciones al usar hielo seco

Aunque en un principio pareciera que nada puede pasar al manipular esta nieve carbónica por no ser ni tóxica ni inflamable, sí que hay que tener presentes algunas precauciones. El mal uso de este elemento puede afectar y causar daños a los animales y personas cuando entra en contacto con la piel o con los ojos. No obstante, su mayor riesgo reside en la intoxicación por la acumulación de dióxido de carbono.

El hielo seco, como ya hemos podido ver, es extremadamente frío, llegando a alcanzar temperaturas muy bajas, por lo que es fundamental manejarlo con mucho cuidado para evitar quemaduras.

Por otro lado, en altas concentraciones puede llegar a asfixiar. Acumular hielo seco en un entorno cerrado puede derivar en concentraciones de CO2 que provoquen un efecto de sub oxigenación en el ambiente.

Esta situación que podría tener como consecuencia un efecto mortal para las personas o animales presentes. Un hecho que tuvo lugar recientemente, y sirve como ejemplo de su peligrosidad si no se utiliza correctamente, ocurrió en la fiesta de una influencer rusa, Ekaterina Didenko, que sumergió 30 kg de hielo seco en una piscina en su fiesta de cumpleaños.

La celebración terminó con tres fallecidos y 7 personas intoxicadas y varias más con quemaduras químicas.

El elevado peso molecular del CO2 hace que este se acumule rápidamente en los niveles inferiores de los ambientes cerrados y se mantenga en ese lugar, a no ser que la habitación tenga ventilación suficiente o un potente sistema de extracción.

En caso de proceder a un rescate de personas heridas en este tipo de atmósferas enriquecidas en CO2, sólo estará permitido cuando se utilice un suministro de aire de protección respiratoria.

Cómo manejar correctamente el hielo seco

Es fundamental tener presente una serie de precauciones y evitar no utilizar el hielo seco de estas formas para que no tenga un efecto negativo en la salud de las personas que lo manipulen.

Elementos de protección

Siempre se deberán utilizar guantes aislantes, gafas de seguridad y pinzas cuando tratemos con este material. Los guantes evitarán la congelación al manipularlos, pero si se proyecta para la limpieza con hielo seco, entonces los ojos y la cara también deben ser protegidos.

Impedir el acceso a personas no autorizadas

Hay que asegurarse que tanto niños como personas no autorizadas no entren en contacto con la nieve carbónica. Su desconocimiento puede llevarlos a cometer alguna imprudencia que les dañe.

Por este motivo, su almacenamiento debe mantenerlo aislado, con puertas que tengan la suficiente seguridad para impedir la entrada a estas personas. Especial cuidado se deberá tener con los más pequeños que pueden confundirlo fácilmente con un helado, ya que la ingestión de hielos seco es extremadamente peligrosa.

El almacenamiento

Además de tener la precaución de elegir un sistema de cierre seguro, el almacén elegido deberá poseer una ventilación adecuada. Nunca se deberá usar los sótanos de las viviendas o habitaciones demasiado pequeñas.

El co2 es más pesado que el aire, por lo que se acumulará en los niveles más bajos de las habitaciones, a ras del suelo. Es muy importante, por tanto, usar y manejar la nieve carbónica con una ventilación eficiente en las zonas bajas.

Si se tuvieran dudas de esta eficiencia, se deberá recurrir a la utilización de ventilación mecánica y detectores de gas. Si el área de almacenamiento es pequeña, como pueden ser cubas, depósitos, estanques… habrá que extremar las precauciones y entrar con las medidas de protección adecuadas. En cualquier caso, los contenedores utilizados deben tener paso de aire efectivo, deben respirar.

Tampoco se debe almacenar en recipientes herméticos, si estos sufren un aumento de temperatura, se producirá en su interior grandes cantidades de gas que pueden terminar produciendo una explosión del envase.

El transporte

Este tipo de material de congelación debe transportarse siempre en un compartimento separado a la cabina del conductor. Así mismo, tampoco se debe dejar durante demasiado tiempo el hielo seco en el interior de un coche.

Si se está obligado a transportarlo al lado del conductor durante un tiempo superior a los 30 minutos, se deberán abrir las puertas y ventanas al menos un minuto antes de proceder a su descarga. De este modo, se garantiza una ventilación segura para su manipulación.

Aviso por la sublimación del hielo seco (paso de sólido a gaseoso) en recipientes cerrados

Hay que tener en cuenta para su transporte, manipulación y mantenimiento que, según el aislamiento y la temperatura que alcance el recipiente, el material que se va a sublimar diariamente irá entre el 2 y el 20 % del total.

El gas que se desprende durante este proceso es muy frío, por lo que, por norma general, se producirá la congelación o formación de hielo alrededor de los sellos y cierres que posea el recipiente. Hay que prestar atención, por tanto, a la apertura de estos objetos y utilizar las medidas de protección que se consideren oportunas.

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